El próximo domingo es el día de la madre aquí en la Argentina. ¡Quería desearles a todas que pasen un día hermoso rodeadas de sus afectos y dejarles este poema bellísimo!
(A quienes todavía no recibieron los patrones se los estaré enviando en estos días)
Las invito también, si tienen ganas, a dejar un comentario dedicado a sus mamás...
"El consejo de mi madre
Ven para acá,
me dijo dulcemente mi madre cierto día.
(Aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la dulce melodía)
Ven y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas;
¿no sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
ven acá pilluelo, que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.
- La causa de mis lagrimas ignoro,
¡pero de vez en cuando se me oprime el corazón y lloro!
Ella inclinó la frente pensativa, se turbó su pupila,
y enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas;
y si no, a consolarte desde arriba.
Y lo hago así cuando la suerte ruda, como hoy,
perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
¡Y ENTONCES SIENTO QUE SE ME ENSANCHA EL ALMA!"
(Olegario Víctor Andrade)